martedì, febbraio 21, 2006

Museos y libros

Estimado catalán,

hay que reconocer Cataluña por lo que es: una nación -aunque consultando el diccionario de la Real Academia Cataluña no tendría todos los requisitos para aspirar a tal reconocimiento como el pasado domingo, en el diario "El País", avisaba Francisco Rodríguez Adrados- esto es lo que pedía la manifestación que se ha desarrollado en Barcelona el sábado pasado. Antes de ayer, domingo, fui a visitar una exposición, al MNAC, de carteles publicitarios dibujados por Toulouse Lautrec. Una vez allí, sorpresa de las sorpresas, me entero que MNAC es el acrónimo de: Museu Nacional d'Art de Catalunya.
He empezado a reflexionar sobre esto y he recordado que también existe un, ya demasiado famoso, Archivo Nacional de Cataluña, que ahora hospeda "Los Papeles -Nómadas- de Salamanca".Ahora bien, en mí opinión, hay tres interpretaciones posibles para entender que es lo que está pasando:
Los catalanes, como a menudo hacen, han utilizado en este caso, abusando de la democracia, una forma ambigua, un sofismo, para dar una apariencia distinta a la realidad el museo es Nacional -de España- y el arte es de Cataluña aunque el ojo no bastante atento, o demasiado independentista, solo verá Nacional al lado de Cataluña.
Otra posibilidad es que Cataluña ya haya sido reconocida como Nación y los independentistas, abusando de la democracia, crispen el ambiente para pedir algo que no se les puede dar porque ya lo tienen.
Ultima posibilidad: Cataluña no es un nación pero igualmente se atribuye dicho "título" perpetrando un abuso que habría que sanear lo mas rápidamente posible en defensa de la democracia.
En definitiva, la democracia pierde sea cual sea la interpretación correcta.

De todas formas lo que ha captado más mí atención ha sido otra cosa; tú sabes de que desde algún año nuestra sociedad sufre cierto fetichismo artistico: las salidas de los museos se parecen más bien a suks que a lo que son: salidas de museos.
Para ser sincero hay que explicar que esto no pasa sólo en los museos de Cataluña: pasa en todas partes ya.
Esto es un hecho que me gustaría analizar en profundidad: por ejemplo ¿quién se ha enterado que es muy efectivo montar un mercadillo a la salida de un museo y vender gomas de borrar con el nombre del museo escrito?
¿Por qué comprar un bolígrafo de escasa calidad tan sólo porque pone el nombre de una galería importante?
¿Quién cree que es cultura cocinar con un delantal que reproduce el David de Michelangelo?
¿Por qué hace más ilusión comprar un libro a la salida de un museo que no en una librería?
Estas son preguntas que nos dirían mucho sobre el tratamiento reservado a la cultura en nuestra sociedad y sobre los que frecuentán los museos, pero aquí no quiero comentarte nada de eso.

Supongo que yo tampoco puedo considerarme inmune al fetichismo cultural y al salir he dedicado algo de tiempo a la visita de la librería:
allí me esperaba otra sorpresa; entre los libros había uno que se llamaba "La Guerra Civil en 2000 carteles".
Observar la cubierta -cosa que te aconsejo hacer- de ese libro ha sido muy extraño.



Yo daba por hecho que Madrid, por lo que me cuentas, siempre había machacado Cataluña, nunca hubiera sospechado que, a pesar de todo, en Cataluña se hubieran publicado carteles como ése.
Quién sabe, a lo mejor porque tú eres más bueno que los otros y ayudas en las situaciones dificiles olvidando el pasado, pero no sé, en ese cartel hay algo, me parece, que cuenta más: un espíritu de igualdad que hoy no veo en tus actuaciones.
De todas formas lo que me ha sorprendido ulteriormente ha sido descubrir que el libro de los hermanos Carulla ha sido editado bastante recientemente: hace menos de diez años.
Lo que me he preguntado es como se vería HOY la publicación de un libro con una cubierta como aquella, ¿se podría publicar sin retoques en los días en que "atacar Madrid es defender Cataluña"?

Atentamente