lunedì, marzo 27, 2006

Me da miedo

Estimado catalán,

nunca hubiera imaginado escribirte esta carta, el caso es que recientemente estoy teniendo pesadillas por culpa del catalán.

Nada relacionado con el Estatuto, que sabes yo apoyo; es otra cosa.
No sé si habrás tenido la ocasión de ver la ultima campaña de la Generalitat para impulsar el catalán, por si a caso aquí la tienes, perdona que no me haya atrevido a poner la foto en el blog pero tenía miedo que pasara un niño por aquí y no quiero ser responsable de ningún trauma infantil.

No quisiera que te enfadaras, pero hay que ser razonables, si me dices que "cuando salgo el catalán va conmigo" yo me acojono.

Me parece el ojo de Dios, un ojo al estilo viejo Testamiento, que me vigila... me parece el KGB que me espía.
Además, como nunca había imaginado el catalán como entidad con vida propia y capaz de seguir a las personas, ahora me siento raro: paso todo el día mirándome a las espaldas para ver dónde se ha metido el catalán.

Me has quitado la tranquilidad y ahora mi vida parece una peli del terror.
Tengo que ser sincero: no tendría nada en contra de que el catalán me persiguiera si fuera una señorita agradable y disponible pero el caso es que tú lo has dibujado como un pulpo negro y desagradable.

Me has condicionado; ahora me siento peseguido por el pulpo, el pulpo que extiende sus tentáculos y al final de cada tentáculo hay una boca mecánica.

Entiendo que la única forma de hacer que la gente hable en catlán es acojonarla haciéndole creer que al catalán es un ser vivo y tentacular que se cabrea si no le tienes en cuenta pero no has considerado lo efectos colaterales...

Estimado catalán, el catalán me da miedo.

Atentamente